El arte de levantarse después del desastre emocional: 5 claves para sanar

Este blog no es para quienes quieren “olvidar y seguir”. Este blog es para quienes están listos para hacer del dolor que estan atravesando un punto de quiebre… y de partida. Es un llamado para valientes que quieren levantarse no igual, no como antes, sino diferentes: más conscientes y más fuertes. Aquí no vas a encontrar consuelo superficial. Vas a encontrar verdad, desafío y una oportunidad brutal para renacer. Si estás listo para dejar de arrastrarte por dentro y comenzar a caminar con cicatrices que cuentan historia, no te vayas. Este blog es para ti. Lee más en Vanessa Wiehls.

Vanessa Wiehls

4/7/20257 min read

heart brooken
heart brooken

No hay un golpe más demoledor que el que se siente por dentro, nada más brutal que el dolor emocional. Te desgarra, te rompe las certezas, te arrebata el suelo, te sacude la vida. Y, sin embargo, aquí estás: respirando. Un poco o muy rot@, tal vez desorientad@, pero aquí estás. Y eso, aunque no lo parezca, ya es un comienzo.

Sanar no es volver a ser quien eras antes del dolor. Es convertirte en alguien más sabio, más fuerte, más consciente, más tú. No se trata de “superarlo”, sino de trascenderlo, de transformarlo en algo con sentido. Y para eso, hay que hacer del proceso un arte.

Durante un largo camino de mi vida tuve batallas poderosas con el dolor en diferentes aspectos: desde la “pérdida” de un amor por el cual me lo jugué todo, hasta la impotencia de no tener el control para cambiar la historia del dolor vivido por un ser querido, como son los hijos. Pero también el dolor de decir adiós a personas que rondaban por mi vida solo haciendo parte de mis días a su conveniencia. Cuando entendí esto y el papel que representaba mi permisividad al jugar el juego de “hay que soportarlo”, comprendí que en ocasiones las decisiones más dolorosas se interrelacionan con dejar ir de nuestras vidas a aquellos que amamos, pero que nos perturban, nos roban la calma, opacan nuestra alegría y disminuyen nuestro paso por la vida, haciendo los días cortos para querer vivir y los días tan largos que nos duela respirar y nos mantengamos en modo aceptación del sufrimiento que permitimos que nos causen ese tipo de relaciones. Así que la conclusión a la que he llegado es que esas pérdidas emocionales, por dolorosas que sean en su momento, ¡son ganancia!

Aquí van 5 claves que no son fórmulas, sino llamados poderosos a tu propia grandeza:

1. Abraza el caos sin anestesia

Atraviesa el caos sin disfrazarlo. No huyas del dolor, no lo maquilles, no le pongas filtro, no lo ocultes, no lo silencies ni lo niegues. El caos emocional no es un enemigo: es el mensajero de tu alma diciéndote que algo debe transformarse. Llora con rabia. Grita si hace falta. Quédate en silencio. ¡Siente! Es en esa incomodidad donde nace la verdad.

Lo que niegas te esclaviza: te controla. Lo que abrazas lo que aceptas: te libera.

2. Elige tu narrativa con coraje

El desastre ocurrió, sí. Pero lo que sigue depende de la historia que te cuentes. ¿Eres la víctima de lo que pasó o el protagonista de lo que vas a construir? Tu voz interna puede ser un verdugo… o tu mejor aliada. Tu narrativa puede hundirte o elevarte, porque lo que te dices cada día no es solo una reflexión: es una semilla, una profecía.

Lee con cuidado y especial atención las siguientes preguntas:

- ¿Te estás contando la historia de una víctima permanente o la de alguien que eligió crecer y sanar sus cicatrices para no vivir encadenad@ a su pasado?

- ¿Te repites que “nunca más volverás a confiar” o te permites pensar que ahora tienes más herramientas y sabiduría para elegir mejor en quién confiar?

- ¿Te defines por lo que perdiste o por lo que aprendiste?

¿Ves? Tu voz interna puede ser un verdugo que te encierra en bucles de culpa y reproche, o el comienzo de un nuevo camino que te guíe hacia una gigante autopista que te abra las puertas del universo para ir más allá de lo básico al superar el dolor.

Tú eliges si narras tu historia desde la herida… o desde la transformación. Desde la pregunta “¿por qué a mí?” o desde el “¿qué puedo hacer con esto ahora?”

Esto no es positivismo barato. Esto es responsabilidad emocional: aceptar que no puedes cambiar lo que pasó, pero sí puedes redefinir lo que eso significa para ti. Cuando eliges tu narrativa con coraje, no estás negando el dolor, estás reclamando tu poder. Y eso lo cambia todo.

3. Rodéate de almas con fuego

La sanación no es un camino solitario. Rodéate de fuego humano. No tienes que sanar en soledad. Busca personas que te recuerden quién eres cuando tú lo has olvidado. Almas que no tengan miedo de verte rot@, pero que tampoco te acompañen a quedarte ahí. Que no te juzguen, pero que te reten a vestirte con tu mejor versión. Personas que te miren con amor incluso cuando tú no puedes hacerlo, que te escuchen, pero que también te digan aquello que necesitas escuchar para reconocerte.

En uno de los capítulos de mi libro Pandemia de los 40, tomo como base la frase de Jim Rohn: “Somos el promedio de las cinco personas con las que pasamos más tiempo.”

Rodéate de personas que sumen no solo a tu momento, sino a tu vida. Que aunque no estén de acuerdo contigo, sean consistentes con lo que proyectan, con lo que dicen y hacen. Que aprecien su tiempo tanto como para saber que vale la pena dedicar parte de él a acompañarte en un momento difícil para enriquecerte y crecer junto a ti.

Elige compañía que alimente tu luz, no que se acomode a tu sombra.

4. Haz del amor propio tu revolución diaria

Practica el amor propio como acto de rebeldía. No es cuestión de frases bonitas, es cuestión de actos. No se trata de afirmaciones frente al espejo (aunque ayudan), sino de decisiones concretas: comer bien, descansar, decir “no”, pedir ayuda, poner límites, empezar de nuevo. El amor propio no es un estado: es una práctica siempre necesaria.

En una de las tantas veces que la vida me retó a superar el dolor, mi autoestima era lo único que me hacía creer que había algo más grande para mí. Algo real, aunque fuese etéreo. Esto lo cuento bien en mi conferencia de TEDx Talk cuando explico porque pude ser exitosa ante la adversidad pese a que todo se veía en mi contra.

Te voy a dar un tip que me funcionó al 500%: hice una maratón de amor propio. Entre otras cosas, utilicé la música como herramienta. Canté y repetí todas esas canciones bonitas que le hablan de amor a otros, y las canté para mí, en primera persona. Si iba caminando, las escuchaba en mis audífonos y cantaba. Si iba conduciendo, ponía a sonar las canciones a todo volumen y cantaba.

Por ejemplo, si la canción decía algo como “te doy mi amor, te doy mi vida porque eres lo más importante para mí”, yo repetía: “Me doy mi amor, me doy mi vida, porque soy más importante para mí.” Amarte es una revolución silenciosa que lo cambia todo.

Nuestro cerebro envía estas palabras al subconsciente, y así como la medicina actúa sobre el dolor físico, este tipo de lenguaje hacia nosotros mismos actúa como medicina para el alma. 

El amor propio no es un sentimiento: es una práctica diaria que exige valentía.

5. Haz arte con tus cicatrices

No escondas lo que viviste. No tapes el dolor como si fuera una vergüenza. No eres lo que te pasó: eres lo que haces con eso.
Y cuando eliges crear, en vez de esconderte, comienzas a dejar un legado que trasciende el dolor.

Cada herida tiene una historia, y cada historia encierra una verdad que merece ser contada, no para revivir el sufrimiento, sino para resignificarlo, para transformarlo en algo más grande que el daño: en creación, en consciencia, en belleza.

Tu dolor puede convertirse en arte y no necesitas ser artista para hacerlo. Solo necesitas valor para mirar tus cicatrices y dejar que hablen: pinta si el alma te lo pide, escribe aunque no encuentres las palabras exactas. Habla, comparte, crea puentes con lo que otros también han callado. Tu historia no es un error: es materia prima y si la usas con intención, puede ser medicina. Pero cuidado: esa medicina primero debe curarte a ti. No puedes inspirar a otros si aún usas tus heridas como cadenas.

Tu herida no es el final de tu historia: es el comienzo de tu legado.

🔥 ¿Estás listo para levantarte diferente?

No vuelvas a ser quien eras. Sé alguien más auténtico, más consciente, más libre. Vuelve al ruedo siendo alguien más íntegro, más lúcido, más valiente.

Levántate con la fuerza de quien ha tocado fondo y eligió crecer en lugar de rendirse, con la fuerza de quien ha decidido construir alas en lugar de excusas.

Si quieres y necesitas descubrir herramientas para reubicarte y trazar tu nuevo rumbo, te invito a leer mi blog: “Sin Rumbo No Hay Gloria: Traza Tu Norte y Deja de Sobrevivir”, que te muestra todo lo que puedes crear y avanzar si te enfocas en el camino correcto para ti.

Porque sanar no se trata de sentirte como antes, se trata de avanzar más fuerte, más claro y con cicatrices que ya no te definen, pero te recuerdan de qué estás hecho.

6.⁠ ⁠El reto: ¡toma acción!

Durante 5 días seguidos, haz algo creativo que celebre tu amor propio.

  • Escribe una canción o poema para ti.

  • Haz una playlist de canciones de amor ¡pero hacia ti!

  • Graba un video hablándote con orgullo.

  • Pinta o dibuja tus cicatrices convertidas en arte.

  • Haz una sesión de fotos contigo vestid@ como tu versión más poderosa.

Intención: reconectarte contigo de forma activa y simbólica.
📅 Hazlo durante una semana al mes.

Soy coach de vida y profesional con acreditación internacional, especializada en liderazgo, resiliencia y transformación personal. Creadora del método D.R.O., conferencista TEDx y autora de libros sobre Desarrollo Humano.

Sobre mi

🔥 Si este artículo te hizo pensar, espera a lo que viene...

No es para cualquiera, pero si has llegado hasta aquí, es para ti. En mi próximo blog, vamos a hablar de "Lo que tu quieras. Escribeme y dime de que te gustaria que escriba". ¿Estás listo para desafiar tus creencias y dar un paso más en tu transformación?

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Este blog es un espacio donde comparto mis pensamientos, experiencias y reflexiones. Todo lo que aquí publico es de carácter informativo y personal, y no debe tomarse como asesoramiento profesional, legal, médico o financiero. Estas actuando libremente si decides aplicar alguna idea o consejo de mis artículos. Asimismo, los comentarios y opiniones de los lectores son responsabilidad exclusiva de quienes los escriben y no reflejan necesariamente mi postura. Me reservo el derecho de moderar o eliminar cualquier comentario que considere inapropiado. 

Gracias por ser parte de este espacio y por leerme. Puedes escribirme a vanessawiehls@info.com.